sábado, 22 de noviembre de 2008

El Gastiropidusalmohadiformeabstractopitecus


En las procelosas y turbulentas aguas del Mar Muerto vive uno de los seres más extraños que habitan la galaxia. Se trata del “Gastiropidusesponjiformeabstractopitecus” o más conocido por “Bob Esponja”. Pertenece al la familia de los quesos marinos y al orden de los esponjis comunis.
Pero no es de este extraño ser del que vamos a hablar, sino de su primo lejano, el “Gastiropidusalmohadiformeabstractopitecus” o más conocido como “Pepe Almohada”.
El Pepe Almohada común fue, en sus tiempos primigenios, fruto de la unión entre un zigoto de la oca que pilotaba Nils Holgersson y un isótopo radioactivo desprendido de la nave de Alf durante una de sus abducciones a Constantino Romero, mientras grababa el anuncio de colchones Lo Mónaco.
A día de hoy se sabe que estos seres pueden reproducirse asexualmente en los lechos marinos gracias a la mitosis. Se cree que aprovechan el esperma del batiscafo del profesor Cousteau para obtener material genético con el que generan la partición del citoplasma.
Otra hipótesis afirma que son seres sexuales y que practican el sexo tántrico con otras especies como las ballenas, las sirenas, los dinosaurios, los ñus o Jiménez Losantos.
En la cultura china se cree que estos seres proceden de otro plano y que son portadores de buenas noticias o mazapán rancio. Otras culturas, como la maya o la azteca, adoraban a un semidiós llamado “Cuchkthupepe”, al que representaban con forma de almohada en el lecho marino y al que ofrecían sacrificios humanos con erótico resultado para paliar su sed de sexo tántrico. Este descubrimiento ha hecho pensar a la comunidad científica que, hace unos 3000 años, la selva amazónica estaba bajo las aguas del Mar Menor.
Por otro lado, cuenta una leyenda maorí que unos extraterrestres acuáticos con forma de galleta amerizaron hace 10.000 años en el Océano Pacífico, cerca de Tahití, donde procrearon con alevosía y premeditación y construyeron un parque temático al que llamaron La Atlántida.

1 comentario:

Moïra dijo...

y tu un exquisito paladar.